¿Qué es y para qué sirve el tarot?
¿Tenés dudas sobre tu futuro? ¿Querés saber que te depara el destino? Las respuestas están en las cartas del Tarot, el medio de adivinación más extendido en todo el mundo, que te dará las respuestas que buscas.
El comienzo de la solución es encontrar claramente el problema, por lo tanto, es importante saber:
- ¿Qué pasa?
- ¿Por qué pasa?
- ¿Cómo resolverlo?
Jamás podré ayudar a nadie si no sé con precisión que está pasando y porque. Esto se logra en la consulta por medio de una videncia acompañada de una lectura de las cartas del Tarot.
¿Qué preguntar a una tarotista?
Mucha gente va a que le echen las cartas y cuando llegan no dicen NADA, esperando a que la tarotista sea capaz de adivinar la pregunta de la que quieren respuesta. ¿Irías al médico o consultarías cualquier otro profesional y les pagarías por tratar de adivinar cuál es tu problema sin contarles cuáles son tus síntomas o lo que te preocupa? Sería una pérdida de tiempo. No todas las tarotistas (como es mi caso) pueden hacer una lectura psíquica del tarot o son videntes, por lo que no podrán leer tu interior. Dile a tu tarotista en qué situación te encuentras y qué es lo que quieres saber para que pueda hacer una lectura lo más acorde a tus necesidades. Trátala como harías con cualquier otro profesional, cuéntale lo que necesitas y cuáles son tus expectativas. De esa manera, obtendrás una respuesta más concreta y no habrás tirado el dinero en balde.
¿Cómo hacer las preguntas?
Tanto si acudes a una profesional como si te echas tú misma las cartas, dedica unos minutos a pensar qué es exactamente lo que quieres saber. A continuación, sigue estos pasos:
Haz preguntas cortas
La tirada más sencilla que se puede hacer es la de tres cartas. Si te estás echando las cartas a ti misma, divide el tema que quieras tratar en tres o más preguntas cortas que, todas juntas, permitirán construir una respuesta más completa. Hazlo en orden cronológico o lógico. De esta manera, las cartas formarán un camino por el que poder «transitar». Si acudes a la consulta de una tarotista, esta manera de hacer las preguntas te ayudará a obtener una respuesta más concreta de lo que quieres saber
Ten en cuenta el pasado y el futuro
La tirada de tres cartas más habitual es aquella en que las cartas representan la secuencia pasado/presente/futuro. ‘‘Esta lectura sirve para entender una situación actual y para vislumbrar el futuro que nos espera si seguimos actuando como lo estamos haciendo’’, describen en el manual de Horóscopo Negro. Otras tiradas son variaciones de este formato básico, en la que se sacan cartas adicionales que aclaran más la situación. En este caso, piensa qué es lo que ha ocurrido para llegar al punto en el que estás ahora, cuál podría ser la causa principal y qué pasos deberías dar una vez conocida la respuesta a lo que te inquieta.
Sé concreta
Cuanto más precisas sean tus preguntas, más fácil será responderlas. Las cartas del tarot suelen tener más de un significado y, a veces, son bastante ambiguas, lo que hace muy difícil que hagan referencia exacta a tu pregunta. Si tu pregunta aborda varios temas, lo único que obtendrás será una respuesta confusa. Un ejemplo de una pregunta mal formulada sería: ‘‘Quiero saber qué es lo que de verdad siente por mí y si eso hará que vuelva a ponerse en contacto conmigo’’. Divide la pregunta en otras dos más cortas y saca una carta para cada una de ellas: ‘‘¿Qué es lo que de verdad siente por mí?’’. Y a continuación: ‘‘¿Volverá a ponerse en contacto conmigo?’’.
Pregunta CUÁNDO van a suceder las cosas
No tengas miedo a preguntar cuándo va a suceder algo. Todas las cartas enlazan a períodos o límites temporales, así que no está de más hacer preguntas del tipo: «¿Cuándo volverá a ponerse en contacto conmigo?». En líneas generales, los cuatro palos de la baraja que conforman los arcanos menores se relacionan con un período de tiempo concreto. Las espadas representan el elemento aire, las semanas y su estación es el otoño. Las copas representan el elemento agua, los meses y se relacionan con el verano. Los bastos representan el fuego, los días y su estación es la primavera. Por último, los oros representan el elemento tierra, los años y el invierno.